El agua como recurso.
Su utilización se basa en tres reglas básicas:
- Controlar la calidad del agua: corresponde a los ayuntamientos y requiere analizar una serie de parámetros:
- Físicos: color, olor y sabor, la turbidez o transparencia y la temperatura. Con ellos podemos observar la presencia de microorganismos, materia orgánica o partículas sólidas.
- Químicos: acidez o basicidad (se utiliza el valor de pH, medida que indica la acidez), dureza (presencia de carbonatos), cantidad de oxígeno disuelto (baja concentración de oxígeno indica contaminación de tipo orgánico).
- Biológicos: consisten en determinar la cantidad de microorganismos presentes en el agua.
Los bioindicadores más utilizados son los invertebrados.
Se debe evitar el uso excesivo y fomentar el ahorro, para lo que es imprescindible la participación ciudadana. Se deben mantener en buen estado las condiciones del agua. Durante décadas, la solución de los gobiernos ante la demanda de agua era la construcción de presas pero, hoy en día, se utilizan las desaladoras.
Se deben eliminar del agua los contaminantes antes de devolverla al entorno.
Residuos y su gestión.
Son residuos todos los materiales que resultan de los procesos de fabricación y utilización que por no ser útiles son abandonados (pueden ser residuos para quien los abandona pero no para otros). Los residuos sólidos se pueden clasificar según el sector de actividad que los genera:
Una condición necesaria para la buena gestión de los residuos es reducir la cantidad que se genera cada año. Un ejemplo de los métodos más utilizados es la biorremediación, una técnica de recuperación de suelos contaminados con petróleo, cloro o plaguicidas mediante la utilización de bacterias capaces de degradar dichas substancias. El tratamiento de los RSU se realiza, actualmente, mediante distintos procedimientos como:
- Vertederos: al aire libre, en las afueras de ciudades. En épocas prehistóricas produjeron efectos no deseados (contaminación del aire...). En los países desarrollados están dejando de usarse.
- Vertederos controlados: comenzaron a utilizarse hacia finales del siglo XX y sus características son: impermeabilización de fondo, recogida y almacenamiento de los líquidos que se producen por fermentación, recogida de biogas desprendido también por la fermentación y aprovechamiento como combustible.
- Incineración: consiste en quemar los residuos en plantas incineradoras. Tiene dos ventajas: se puede obtener electricidad y el volumen de los residuos, disminuye. Sus inconvenientes son la contaminación atmosférica y la destrucción de materiales que podrían ser reciclados.
- Reciclaje y compostaje: precisa de una mayor colaboración ciudadana. Para reutilizar es necesario separar los distintos tipos de materiales. Para la recogida, se disponen contenedores en las calles (en muchas ciudades, subterráneos, mejorando así la impresión visual). La materia orgánica de la basura puede ser transformada por fermentación en compost (un material que puede mezclarse con excrementos de animales o con lodos de depuradoras para utilizarlo como fertilizante).
- Vertederos: al aire libre, en las afueras de ciudades. En épocas prehistóricas produjeron efectos no deseados (contaminación del aire...). En los países desarrollados están dejando de usarse.
- Vertederos controlados: comenzaron a utilizarse hacia finales del siglo XX y sus características son: impermeabilización de fondo, recogida y almacenamiento de los líquidos que se producen por fermentación, recogida de biogas desprendido también por la fermentación y aprovechamiento como combustible.
- Incineración: consiste en quemar los residuos en plantas incineradoras. Tiene dos ventajas: se puede obtener electricidad y el volumen de los residuos, disminuye. Sus inconvenientes son la contaminación atmosférica y la destrucción de materiales que podrían ser reciclados.
- Reciclaje y compostaje: precisa de una mayor colaboración ciudadana. Para reutilizar es necesario separar los distintos tipos de materiales. Para la recogida, se disponen contenedores en las calles (en muchas ciudades, subterráneos, mejorando así la impresión visual). La materia orgánica de la basura puede ser transformada por fermentación en compost (un material que puede mezclarse con excrementos de animales o con lodos de depuradoras para utilizarlo como fertilizante).